La fiesta de los duendes (el final)

Por José Alberto Gaytán García*

Poco a poco se fueron quedando dormidos en el bosque, al otro día, como a las ocho de la mañana, María de los Ángeles Mejía y sus amigos, fueron despertando uno a uno, atónitos e incrédulos se miraban entre si, como si todos pensaran lo mismo, platicaron al mismo tiempo que habían tenido un sueño raro: que habían estado en una fiesta con un grupo de duendes; emocionados y asustados se platicaban los detalles de la fiesta: “¿te acuerdas de sus pistolitas?, que bonitas eran, brillaban como si fueran de oro, ¿te acuerdas como bailaban y cantaban en parejitas alrededor de la fogata?”, se sorprendieron aún más, cuando notaron que la fogata donde los duendes hicieron la fiesta todavía estaba encendida y que había dulces tirados en el suelo, los mismos dulces que los duendes les habían dado la noche anterior, en el pasto aún se notaban las huellas del ajetreo de la fiesta.

La impresión fue mayor cuando se dieron cuenta que Juan Carlos tenía en la mano derecha un hermoso pañuelo color beige bordado de colores y un bellísimo listón con los colores del arcoíris amarrado en su muñeca. “¡Esos listones y pañuelos los traían los duendes la noche anterior!” gritó Susan, a quien apodaban “la Banana”. El grupo de amigos le pidió a Juan Carlos que se dejara el listón, que no se lo quitara porque era un regalo de los duendes, acordaron que Juan Carlos también se quedara con el pañuelo y con los dulces que recogieron del lugar.

La fiesta de los duendes

Como a las nueve de la mañana decidieron irse para sus casas, no sin antes hacer una especie de juramento de no hablar de lo sucedido, ya que nadie les iba a creer y porque sólo serían la burla de sus amigos y de la gente del pueblo. Antes de partir, acordaron regresar al otro día para revisar nuevamente el lugar, así lo hicieron, pero nunca pudieron encontrar el paraje donde se realizó la fiesta, sólo encontraron restos de la primera fogata, la que ellos hicieron antes de encontrar la fogata de los duendes, regresaron muchas veces al lugar pero nunca encontraron nada.

María de los Ángeles recuerda que el duendecito que habló con ellos la noche de la fiesta, les dijo que ellos eran buenos amigos y que aunque no lo iban a conseguir, que de todas formas cuidarán su amistad y tratarán de mantenerse juntos y que esta experiencia la tomaran de la mejor manera, ya que por algo había sucedido.

Al pasar los meses, poco a poco el grupo de amigos se fue desintegrando, unos se fueron para el Norte a buscar trabajo, otros se casaron y nunca regresaron al pueblo, comenta María de los Ángeles que Juan Carlos Medina nunca se quitó el listón de su mano, con el tiempo, los colores del listón se volvieron más brillantes, como si cambiaran de color, era un listón increíblemente hermoso. Un año después, María de los Ángeles se encontró a Juan Carlos, platicaron amenamente, en esa ocasión, el insistió mucho en regalarle el listón, inclusive, varias veces hizo el intento de quitárselo de la mano para dárselo, pero ella no lo dejó, al despedirse acordaron que más adelante buscarían a alguien que examinara el listón para ver de qué material estaba hecho. Al día siguiente, Juan Carlos Medina falleció en un accidente automovilístico cerca de Huasca de Ocampo.

A María de los Ángeles le impactó tanto la muerte de su amigo que decidió platicar lo ocurrido a un tío mayor de nombre Hermilo Sánchez, quien la ayudó mucho a sobrellevar ese duro trance emocional, entre otras cosas, el tío le aclaró que el encuentro con los duendes había sido real, ya que los duendes si existen, que él los había visto muchas veces y que el mensaje del duende de mantenerse unidos fue también algo bueno, ya que el duende sabía que por razones del destino y voluntad de Dios, la amistad con sus amigos no duraría mucho.

jalbertogaytangarcia@gmail.com
A69R6/17

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Acerca del autor

José Alberto Gaytan
José Alberto Gaytan
José Alberto Gaytán García ha escrito artículos y ensayos de corte académico en diarios y revistas de México y de los Estados Unidos; ha participado en importantes proyectos académicos e impartido conferencias sobre temas de historia, tecnología y educación en el marco de las relaciones entre México y los Estados Unidos, tema en el cual realizó sus estudios de doctorado en The Graduate School of Internacional Studies de la Universidad de Miami.

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